Sí, nadie lo discute, es un tipo hecho para ser presidente, formado para tal designación,
Y en estos dos periodos presidenciales los colombianos, hemos podido aprender a conocerlo, a lidiar sus rabietas, a su defensa poco tradicional hacia sus contradictores, a sus salidas en falso, a respetar su trabajo, a ver sus grandes aciertos y descubrirle sus errores y defectos.
Dentro de ese conocimiento he podido casi prever, asegurar y quizás adivinar cuál será la reacción del Sr. Presidente ante alguna situación particular que en ese momento tenga toda la atención y el consenso nacional en alerta.
Es evidente y bien sabido que nosotros los colombianos formamos una algarabía por algo y en tres días estamos en otra tormenta diferente y la única solución al aleteo de medios es simplemente el olvido.
Álvaro Uribe ha demostrado ser un tipo muy hábil en el manejo de las relaciones internacionales y en las batallas internas del país, curiosamente cuando Uribe eligió a Piedad Córdoba, principal oponente y opositora de su mandato como nueva facilitadora del proceso de Intercambio Humanitario, pensé como hablamos todos los colombianos con el rigor y tranquilidad de la calle y dije: “Este Uribe es la Cagada” y para evitar un mal entendido lo dije sonriendo dando a entender que el presidente lo desarma a uno con sus decisiones y muestra que realmente es un habilidoso ejecutor de las tácticas del manejo político para defender el mandato y aumentar el poder del estado frente a difíciles situaciones.
Me sorprendí aún más cuando Chávez entró a jugar el rol de salvador y libertador de este proceso.
Acto seguido con la parafernalia y espectáculo que cubre al presidente de Venezuela, llegó a Bogotá según él casi llorando de la emoción de aterrizar en la sabana entonando las notas de nuestro himno y asegurando que se sentía terriblemente colombiano.
Durante varios días seguidos Chávez utilizó toda su maquinaria audiovisual para enarbolar su ego y darse la publicidad necesaria para demostrar su lucha en consecución del acuerdo Humanitario en Colombia.
Yo no entendía como Uribe había podido cederle tanto poder de opinión sobre un tema tan profundamente nuestro y dejar en miraflores la posibilidad de decidir sobre un acuerdo que en Colombia nadie ha podido avanzar.
Fueron pasando los días y los sucesos hasta que al fin me di cuenta que Uribe no solo le entregó un protagonismo a Chávez sino que le dio y puso en sus manos el puñal con el que bien podría hacerse el haraquiri.
Recuerdan ustedes ¿cuando Chávez invitó a Uribe a que colocara a Marulanda en un avión, le diera un café y lo colocara en la raya?
Y recuerdan ustedes ¿cuál fue la respuesta del gobierno colombiano?
Pues bien les recordaré: -Hubo silencio y luego hubo comunicado de palacio diciendo que la guerrilla podía ir a Venezuela pero si en ese proceso las autoridades colombianas los detectaban, procederían a realizar las capturas.
Ahí comprendí la astucia de Uribe de no internacionalizar la posibilidad de legitimar la lucha terrorista de las FARC dándole el carácter político que esta guerrilla quiere y lucha para que en el exterior se le reconozca así y se le deje de estigmatizar y calificar como un grupo que siembra el terror.
Uribe no solo ha jugado a darle el cebo a la presa sino que de frente les tiró la jaula y lo peor es que ellos no la vieron.
Chávez ahora esta obligado a sacar el Acuerdo Humanitario adelante, pues él mismo con su bulla desde Alo Presidente asumió una responsabilidad y compromiso que donde no le salga , se vendrá a bajo mucha de la popularidad que ha ganado en la región y por ende en Colombia y lo peor para él es que, si se da el Acuerdo Humanitario, nunca podrá decir que fue gracias a la negociación de él o de su gobierno sino que desde Bogotá se le llamará para agradecerle su facilitación e intermediación entre Uribe y Marulanda y por ende el vencedor será el presidente colombiano, que habrá podido llevar acabo el acuerdo, utilizando el trabajo de Hugo Chávez.
Desde ese entonces Miraflores silencio su espectáculo y hoy se limitan a declaraciones oficiales respetando la confidencialidad del proceso ordenada desde Bogotá para la facilitación de la negociación que hasta el momento solo el ejecutivo neo-granadino la realiza.
Ahora mi preocupación es otra, si Chávez lo logra, habrá ganado el chavismo, Colombia y por su puesto el presidente Álvaro Uribe, Pero mi pregunta es: De acuerdo a los últimos acontecimiento en Venezuela con las protestas estudiantiles, ¿qué le pasará al Acuerdo humanitario y a todas las esperanzas puestas en esta etapa del proceso si por esas cosas del vida el presidente de los venezolanos recibe un golpe de estado, una invasión norte americana, o tantas cosas feas que a los dictadores les puede pasar?, imagínense donde el pueblo demócrata venezolano se levante y Chávez termine exiliado en Cuba?
Quizás este soñando un desenlace deseado por tantos que amamos la democracia, pero queridos lectores, en momentos de efervescencia y calor todo puede pasar, lo interesante seria saber que haría Uribe, ¿seria esa la hecatombe que generaría un tercer mandato?
Mientras espero que eso suceda, mejor pienso si la inteligencia colombiana moverá sus fichas para seguir a los lideres de la guerrilla que desde este fin de semana se encuentran en territorio venezolano y cuyo representante del secretariado Iván Márquez ha confirmado con la reunión sostenida con el gobierno de Chávez y con la senadora Piedad Córdoba representante y facilitadora del gobierno neo-granadino.
¿Estará contento Uribe con haber logrado sacarlos de la clandestinidad y tener posibilidades de un seguimiento de inteligencia?, ¿se realizará el encuentro en el Yarí entre Marulanda y Chávez?
Pues solo en Bogotá se encuentran estas respuestas y resolverlas es a lo que yo llamo un Presidente Pilo. Si con todos estos acontecimientos Uribe puede lograr el Acuerdo Humanitario, recibirá la gloria que la historia le dará si nos construye las bases para solidificar el camino hacia la paz, porque de lo contrario con un solo descuido Colombia se teñirá de camisas y boinas rojas del chavismo y si eso sucede se iniciará un triste y largo camino de exilio voluntario de muchos colombianos y el Pilo será otro y ese se sentará glorioso en el Palacio de Miraflores
Por lo menos así lo creo,
¡Usted que dice!
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